lunes, 14 de diciembre de 2009

La epilepsia y sus implicaciones sobre las encias




La epilepsia es un síndrome cerebral crónico de causas diversas, caracterizada por crisis recurrentes debidas a una descarga excesiva de impulsos nerviosos por las neuronas cerebrales, asociadas eventualmente con diversas manifestaciones clínicas y paraclínicas.



Las crisis pueden ser convulsivas o no convulsivas. No todas las personas que padecen una crisis epiléptica se diagnostican de epilepsia.



Se consideran epilépticos cuando padecen por lo menos dos ataques, los cuales no siempre son asociadas a los temblores motores de una convulsión.



Una crisis epiléptica ocurre cuando una actividad anormal eléctrica en el cerebro causa un cambio involuntario de movimiento o función del cuerpo, de sensación, en la capacidad de estar alerta o de comportamiento.
La crisis puede durar desde unos segundos hasta varios minutos. Hay más de 20 tipos diferentes de crisis epilépticas.
Los síntomas que experimenta una persona durante una crisis epiléptica dependen del lugar en el cerebro en el cual ocurre la alteración de la actividad eléctrica.



Una persona que tiene una crisis tonicoclónica (también llamada de gran mal) puede gritar, perder el sentido y desplomarse, ponerse rígido y con espasmos musculares.
La epilepsia puede tener muchas causas; en unos casos es debida a lesiones cerebrales de cualquier tipo pero en muchos casos no hay ninguna lesión, sino únicamente una predisposición de origen genético a padecer las crisis.



Con tratamiento médico es posible el control de las crisis en un elevado porcentaje de pacientes.
El hecho de tener una convulsión no implica epilepsia.
Las contracciones y distensiones repetidas de uno o varios músculos de forma brusca y generalmente violenta puede verse en síndromes febriles en particular en niños, un choque por descarga eléctrica, o las acontecidas por el abuso de licor y/o privación de sueño. Es probable que exista predisposición para tales eventos por propensión genética.



Clasificación



La epilepsia tiene diferentes manifestaciones que se determinan a través del tipo de crisis epiléptica, así como a través de la etiología, del curso de la enfermedad, de su pronóstico
Crisis parciales
Crisis parciales simples: Son crisis cuyas manifestaciones clínicas (síntomas o signos motores, sensitivos, autonómicos o psíquicos) y electroencefalgráficos reflejan una descarga de un sistema de neuronas localizadas en una parte del hemisferio cerebral sin alteración de la conciencia.
Crisis parciales complejas (con compromiso del nivel de conciencia). Son precedidos por un aura que señala el probable sitio de la descarga (olfatorio→temporal; visual→occipital) asociados a alucinaciones visuales o auditivas, temor, ira, etc. Son frecuentes ciertos gestos automatizados como movimientos de la lengua, taquicardia, palidez, etc. Generalmente no dura mas que unos minutos.
Parciales simples seguidas de parcial compleja.
Crisis parciales complejas desde el inicio.
Crisis parciales complejas que evolucionan a secundariamente generalizadas.
Crisis generalizadas
No-convulsivas:
Ausencias.
Crisis atónicas.
Convulsivas:
Crisis generalizadas tónico-clónicas.
Crisis tónicas.
Crisis mioclónicas.

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